Un coche de propiedad requiere mantenimiento ordinario, al menos una vez por año, para garantizar las prestaciones y prolongar la vida útil del vehículo. Aquí te contamos en qué consiste una revisión, cuándo se debe hacer y cuánto cuesta.
La revisión del coche es un servicio de mantenimiento que se realiza para comprobar el estado del vehículo y detectar posibles problemas antes de que se agraven.
En general, se realiza una primera revisión entre los 10 000 y los 15 000 km, o al cabo del primer año de uso, que incluye un chequeo completo: cambio de aceite del motor y líquido refrigerante, verificación de todos los filtros (aire, aceite, combustible), del sistema de frenos y de los sistemas de iluminación.
La segunda revisión se recomienda en general entre los 30 000 y los 35 000 km, y se centra en los sistemas de seguridad y el líquido refrigerante. Más adelante, a partir de los 60 000 km, se verifica también el estado de la correa de distribución y el nivel de líquido de frenos.
Las revisiones sucesivas serán de mantenimiento, con una frecuencia establecida por el fabricante, pero que habitualmente es cada entre 10 000 y 20 000 km. Estas revisiones incluyen lo siguiente:
Si bien las revisiones del coche se pueden hacer en cualquier taller mecánico, es recomendable pasar la revisión del coche en el concesionario del fabricante, o al menos en centros autorizados, ya que el personal del concesionario está formado en el mantenimiento de los coches de la marca y sujeto a los estándares establecidos por el fabricante. Además, el concesionario puede ofrecer descuentos o promociones en las revisiones que pueden resultar muy convenientes.
La frecuencia con la que se debe realizar la revisión del coche depende del tipo de coche y del kilometraje. No obstante, como mencionábamos al principio, se recomienda realizar una revisión cada 10 000 o 20 000 kilómetros, o el intervalo recomendado por el fabricante, que puede encontrarse indicado en el manual de uso del vehículo.
El precio de la revisión de un coche dependerá del tipo de coche, del lugar en el que se realice (si se trata de un concesionario del fabricante o de un taller mecánico, por ejemplo) y de los servicios que se incluyan. En general, una revisión básica ronda los 150 euros, mientras que las revisiones más completas, que incluyen el cambio de aceite y filtros, pueden costar entre 200 y 300 euros.
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